• Case Studies
Control de emisiones
Los pellets suelen fabricarse a partir de virutas de madera y serrín. Normalmente, primero se trituran las materias primas húmedas en un molino de martillo para posteriormente secarse en un secador rotatorio calentado por un horno de biomasa. A continuación, el material se recoge en ciclones secadores para granularse.

El aire que conduce el material triturado húmedo se limpia con un filtro de partículas antes de llegar a la atmósfera. Un tipo común de filtro utilizado para esta aplicación es el filtro ciclónico, que combina los principios operativos de los ciclones con un filtro de cartucho en la parte superior para evitar que se escapen las partículas finas. Sin embargo, puesto que estos cartuchos se obstruyen con mucha frecuencia (debido al elevado contenido de humedad del producto), algunas plantas los retiran para poder funcionar. A pesar de solucionar el problema operativo, esto conduce a un problema secundario: el aumento de las emisiones. La concentración total que se escapa de los filtros ciclónicos sin el cartucho se sitúa entre 400 y 600mg/Nm3.
Tras el secador, el material seco se traslada a los ciclones secadores. Además de las partículas de madera, una cantidad mucho más pequeña de cenizas finas procedentes de la combustión de biomasa se libera y captura en los ciclones. La concentración total de cenizas y polvo de madera que entran en los ciclones se sitúa normalmente entre 200 000 y 300 000mg/Nm3.

Los secadores de ciclones habituales son capaces de capturar las partículas en una proporción bastante elevada (>99%), pero a menudo todavía presentan emisiones de 200 a 350mg/Nm3.

Estos niveles de concentración de partículas en el filtro de ciclón se expulsan y, en la salida de los secadores de ciclón, son demasiado altos para los límites de emisiones legales en la mayoría de los países y, por tanto, las plantan deben equiparse con un sistema de captación final para reducir las emisiones a 50mg/Nm3 (o menos).
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